Diego Puente, delegado en Bariloche de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), informó a Télam que la iniciativa "es más que nada solidaria, ya que desde el punto de vista económico el más afectado por el incendio es Chile, que depende del paso Samoré para el tránsito por Argentina desde y hacia el sur". Explicó que debido a la geografía de fiordos e insular del sur de Chile, donde no hay acceso terrestre, hay un gran tránsito de carga y pasajeros de norte a sur a través de Argentina, que fue el principal perjudicado por el incendio que destruyó el recinto fronterizo chileno el primer día del año.

El paso Cardenal Samoré es el segundo en importancia en la frontera con Chile luego del Cristo Redentor (Mendoza), y se encuentra en el sur neuquino, a la altura de Villa La Angostura. El siniestro inhabilitó el paso Samoré hasta dentro de por lo menos tres semanas, lapso en el que las autoridades chilenas esperan readecuar el edificio fronterizo viejo y el sector de tránsito rápido de micros, para volver a habilitar el tránsito normal entre ambos países.

El propio Puente redactó la propuesta, que elevó ayer hora para su aprobación en la DNM, y la presentó al comandante Adrián Minetti, jefe del Escuadrón 34 de Gendarmería Nacional y coordinador zonal intersectorial del Paso Samoré. Minetti la hizo analizar por la Aduana y luego del visto bueno de este organismo la propuesta fue elevada a Cancillería argentina, que la transmitirá a las autoridades chilenas en caso de encontrarla adecuada. Dada la urgencia del trámite binacional, y la preocupación a ambos lados de la frontera expresada por transportistas y empresarios turísticos, se espera que este fin de semana ya haya novedades y el control integrado pueda comenzar a funcionar, primero para camiones y micros, y luego para pasajeros particulares.


El paso Cardenal Samoré


Puente destacó que en enero transitan por Samoré unas 7.000 personas por día en las jornadas de mayor movimiento y que es el segundo paso en importancia luego del Libertador General San Martín (Cristo Redentor), de Mendoza. “Los camiones deben ir hasta Pino Hachado, a la altura de Las Lajas y Neuquén, que está unos 500 kilómetros desde Samoré, por lo que agregan mil kilómetros. Y los pasajeros deben ir por Mamuil Malal, más cercano, que es en general bueno excepto 4 kilómetros que no están asfaltados”, explicó el funcionario.

Las rutas de ambos pasos son menos adecuadas que el Samoré para el tránsito en general, al igual que la infraestructura de los recintos fronterizos, sus instalaciones y los sistemas administrativos.

Puente recordó que en 1998 se hicieron ejercicios exitosos de control integrado, tanto en Argentina como en Chile, y que estaban en carpeta otros para este año, a partir de la solicitud conjunta en el ámbito del Comité de Integración de Los Lagos. “Igual sería una solución temporaria, hasta tanto en Chile logren rehabilitar el recinto propio para reabrir normalmente el paso”, agregó.

También el ministro de Turismo de Río Negro, Angel Rovira Bosch, expresó su preocupación por el siniestro y adelantó que la provincia colaborará para lograr su rehabilitación “lo mas rápido posible”. Indicó que en conjunto con el presidente de la Cámara de Turismo de Río Negro, Daniel García, se pusieron “a disposición ante las autoridades chilenas, a través del consulado de Bariloche”.

Asimismo indicó que se puso en contacto con el titular de NeuquénTur, Sebastián Caldart, con quien evaluó la situación ya que el paso se encuentra ubicado en esa provincia y en esta época del año es intenso el movimiento que registra hacia ambos lados de la cordillera.

Las autoridades chilenas a su vez informaron que las obras de reconstrucción definitiva del recinto siniestrado comenzarán el año que viene, y que mientras tanto buscarán rehabilitar el paso en tres etapas: la primera para camiones, la segunda para micros, y la tercera para vehículos particulares. El intendente de Los Lagos, Jaime Brahm, informó al diario "El Austral" de Osorno que a más tardar a fin de mes funcionaría el complejo fronterizo en estado de emergencia, con las oficinas que no sufrieron daños por el incendio y con containers para la atención de público que instalarán en la segunda etapa.