02/12/12 | Informes
Su nombre completo era Manuel José Bonifacio del Corazón de Jesús de la Valle. Nacido en Trujillo, al norte de Perú, se doctoró en Cánones y Leyes en la Universidad de San Marcos. Más tarde se estableció en Buenos Aires, donde por Real Célula del 10 de noviembre de 1788 fue designado Contador General de las Rentas del Tabaco. Por otra Real Célula, el 16 de febrero de 1799 fue transferido con igual cargos a la CapitanÃa de Chile. Diez años más tarde, en 1809, regresó a Buenos Aires con las mismas funciones.
Producida la Revolución de Mayo, y asumido el Primer Triunvirato del nuevo gobierno patrio, el Cuerpo Ejecutivo decidió dar por terminada la gestión al frente de la Aduana de Justo Pastor Linch, quien fuera el último Administrador de la aduana colonial. Bernardino Rivadavia, Secretario del Triunvirato, ya tenÃa en mente esa medida, y en carpeta el nombre de confianza para ocupar el puesto que dejara Linch.
De La Valle, adaptándose a los cambios polÃticos, continuó al frente de la Renta del Tabaco hasta que, aceptando el ofrecimiento de Rivadavia, el 18 de septiembre de 1812 asumió como nuevo Administrador de la Aduana de Buenos Aires.
El 1º de diciembre de 1828 se produjo la revolución que provocarÃa la caÃda del Gobernador Dorrego y el acceso al cargo del General Juan Lavalle (habÃa modificado su apellido), quien era hijo del Administrador de la Aduana, y respondÃa a la ideologÃa unitaria. AsÃ, una situación singular se producÃa, ya que el Administrador de la Aduana era el padre del nuevo Gobernador. Se daba entonces la circunstancia de que el padre quedaba administrativamente subordinado al hijo.
Luego de producido el fusilamiento del Coronel Dorrego la ciudad se vio envuelta en un enfrentamiento armado entre unitarios y federales. Lavalle, ante las evidentes e insalvables dificultades que lo cernÃan, y sin capacidad de respuesta, optó por abandonar el cargo de Gobernador, obligándose a firmar un pacto con Rosas, mediante el cual se convenÃa que la gobernación quedarÃa interinamente en manos del federal Juan José Viamonte, quien poco después entregó el mando al General Juan Manuel de Rosas, elegido por el cuerpo deliberativo de la Junta de Representantes.
En la Aduana se vivÃan horas de expectativas y tensiones, ya que nadie ponÃa en dudas que luego de 17 años de administración, y vinculado sentimentalmente con el partido derrocado, el Administrador tenÃa sus dÃas contados. Sin embargo no fue asÃ; Viamonte primero y Rosas después lo confirmaron en el cargo, demostrando ambos imparcialidad de juicio al juzgar los atributos de capacidad y honradez puestas en evidencia por el viejo funcionario.
Finalmente, el 13 de agosto de 1835, el General Rosas dispuso por Decreto la jubilación de Manuel José de La Valle, luego de 23 años al frente de la Administración de la Aduana de Buenos Aires; habÃa cumplido 82 años de edad. En consideración a su largo desempeño, el gobierno dispuso que de La Valle mantuviera en su condición de jubilado el mismo sueldo que cobraba en actividad, 3.000 pesos anuales.
Manuel José de La Valle se convirtió asÃ, en toda la historia de la repartición, en el Administrador de la Aduana que más tiempo ejerció ese cargo.
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