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26/01/13 | Informes

Las exportaciones de armas alemanas, un negocio lucrativo y secreto

Image Por: DPA

Las noticias se filtran con cuentagotas, pero de a poco se va formando un rompecabezas que ha puesto en guardia a la oposición y grupos de derechos humanos: Alemania vende cada vez más armas a países en regiones con potencial conflictivo.

La información es difícil de conseguir porque las exportaciones de armas "made in Germany" son autorizadas por el Consejo Federal de Seguridad, un gremio de ministros presidido por la canciller, Angela Merkel, que sesiona en absoluto secreto e informa con casi un año de retraso.

Semanas atrás, la prensa se hizo eco del interés de Arabia Saudí por 30 vehículos blindados Dingo, especializados en el reconocimiento de armas atómicas, biológicas y químicas, por 100 millones de euros. También se habló de una consulta por varios centenares de carros blindados Boxer y de hasta 200 tanques de combate Leopard.

Las ventas de armamento a Arabia Saudí, un país con un dudoso historial en derechos humanos que ha apoyado al vecino Bahréin para acallar brutalmente protestas pacíficas, son motivo de preocupación en las filas de la oposición.

El candidato del opositor Partido Socialdemócrata a la jefatura de gobierno en las elecciones generales de este año, Peer Steinbrück, fustigó la política del gobierno de centroderecha en materia de exportación de armas. Alemania exporta armas "también a zonas de tensión y regiones en las que no se respetan los derechos humanos", afirmó.

"Un gobierno de centroizquierda bajo mi mando cambiaría la política de exportación de armas", prometió.

Las disposiciones del comercio exterior alemán prohíben los envíos "a países que participen en conflictos externos armados o en los que exista el peligro del estallido de un conflicto".

También vedan exportaciones a Estados en los cuales exista suficiente sospecha de que las armas alemanas podrían ser usadas contra la propia población o para otro tipo de violaciones de los derechos humanos.

Según el informe de exportaciones de armas de 2012 confeccionado por la Conferencia de las Iglesia Católica y Protestante de Alemania, un 42 por ciento de todas las licencias de exportación de armas emitidas en Alemania en 2011 fueron a Estados fuera de la alianza militar occidental OTAN y de la Unión Europea.

Agrega que el número de países considerados problemáticos que recibieron armas alemanas de 2010 a 2011 subió de 48 a 64.

Los analistas observan un cambio de estrategia: como las misiones militares precisan la anuencia del Parlamento y son vistas con creciente rechazo por la población, el gobierno de Merkel prefiere armar a Estados en regiones frágiles para que velen por la seguridad de la región y así evitar el envío de tropas a focos de crisis.

"El gobierno alemán justifica cada vez más sus decisiones sobre exportaciones de armas alegando que los socios en las regiones en conflicto deben estar en condiciones de garantizar su seguridad por cuenta propia con ayuda de suministros de armas y servir de factor estabilizador", critican en su informe de armamento las Iglesias alemanas.

"El suministro de material bélico a Estados amigos, aún cuando se encuentren en regiones en crisis, se convierte así en un instrumento de la política exterior y de seguridad", sostienen.

Así lo confirma la propia canciller: "Es nuestro interés ayudar a nuestros socios a que sean capaces de mantener o restaurar la seguridad y la paz en sus regiones de forma efectiva", argumentó Merkel durante una reunión del Ejército alemán en octubre pasado en Berlín.

También el ministro alemán de Defensa, Thomas De Maizière, salió en defensa de Riad. En declaraciones a la emisora de radio WDR5 calificó a Arabia Saudí de "factor estabilizador en la región": "Desempeña un papel moderado e importante en el mundo árabe y es y será un socio importante para nosotros pese a tener un sistema político que rechazamos".

"Vender armas en lugar de luchar, ésa es la doctrina Merkel. La esencia de la doctrina es que en lugar de luchar, los alemanes prefieren proveer de armas a sus aliados. Aún cuando se trate de dictaduras", criticó, por su parte, el publicista Jakob Augstein en un comentario para el influyente semanario "Der Spiegel".

"Estas exportaciones bélicas son inmorales porque es más probable que los tanques alemanes sean usados contra la propia oposición que contra tropas enemigas", sostuvo el periodista.

"Y estas exportaciones son insensatas porque los (tanques) Leo seguirán andando mucho después de que la dinastía Saud haya sido barrida por una revolución islamista. Los F14 Tomcats que Estados Unidos envió al sha de Persia son volados hoy por los pilotos de los mulás", advirtió.

Cifras del Instituto de Investigación SIPRI de 2012 indican que Alemania es el tercer exportador mundial de armas, con una cuota de mercado del nueve por ciento. Sólo la superan Estados Unidos y Rusia.

Las exportaciones de armamento fabricado en Alemania treparon de forma marcada en los últimos diez años. Mientras que en 2002 se vendieron armas por 3.300 millones de euros, en 2011 se exportaron por 5.400 millones.

Si bien las armas no alcanzan el uno por ciento de las exportaciones totales de Alemania, la industria armamentista alemana emplea a unas 80.000 personas, un dato que no resulta menor.

Siete fabricantes alemanes figuran en la lista de las primeras 100 del mundo confeccionada por el SIPRI: el consorcio aeronáutico europeo EADS, Rheinmetall (vehículos militares, artillería, armas de fuego cortas, munición), Krauss-Maffei-Wegmann (tanques), ThyssenKrupp (barcos), Diehl (misiles, armas cortas, munición), MTU (sistemas de propulsión) así como la empresa europea MBDA (misiles).

Entre los productos de mayor éxito figuran los tanques de combate Leopard 1 y su sucesor el Leopard 2, de los que Alemania vendió entre 2002 y 2011 más de 1.700 unidades, según un informe de las Naciones Unidas que cita el semanario "Die Zeit". Entre los compradores figuraron España, Chile, Brasil y Grecia.

Los negocios con armas no benefician solamente a sus productores, sino también a los financistas de estas empresas, en muchos casos bancos y aseguradoras. Un estudio de la ONG Facing Finance apunta a que el mayor banco alemán, el Deutsche Bank, así como otras grandes instituciones crediticias y aseguradoras como Allianz y Munich Re invierten en este sector.

"La industria armamentista ha ganado atractivo en los últimos años para los inversores porque aumentan su facturación y sus exportaciones", señaló a la sitio electrónico "Zeit Online" Thomas Küchenmeister, experto de Facing Finance.

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