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21/06/13 | Varios / Sugerencias

OPINION - La Uni贸n de Naciones Suramericanas: debate, presente y desaf铆os

Image POR Ignacio Bartesaghi, 20 / 06 / 2013, 05:00 hS

Desde cierto punto de vista y si no se toman en cuenta los intereses estrat茅gicos de algunos de los miembros, la aseveraci贸n anterior tiene cabida en el an谩lisis. En efecto, el n煤mero de organizaciones con objetivos similares a los planteados inicialmente por la CSN y luego por la UNASUR, es muy elevado en Am茅rica Latina. Adem谩s, algunas organizaciones y procesos de integraci贸n, enfrentan profundos cuestionamientos, dado el incumplimiento de parte de sus objetivos originarios.

Los que sosten铆an una posici贸n contraria a la conformaci贸n de la UNASUR, justificaban su postura enumerando todas las organizaciones regionales existentes en el continente americano. Algunas de estas organizaciones son el Mercado Com煤n del Sur (Mercosur), la Asociaci贸n Latinoamericana de Integraci贸n (ALADI), la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la Iniciativa para la Integraci贸n de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), el Sistema Econ贸mico Latinoamericano y del Caribe (SELA), el Banco de Desarrollo de Am茅rica Latina (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organizaci贸n de Estados Americanos (OEA) y el Grupo de R铆o, hoy Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).

En la misma l铆nea, otros argumentos apuntaban a que la creaci贸n de una nueva organizaci贸n de estas caracter铆sticas era simplemente una expresi贸n de deseo, que ten铆a como eje central la superposici贸n de objetivos con otras instituciones y 谩mbitos regionales ya existentes.

En t茅rminos geopol铆ticos, el debate se centr贸 en que dicha organizaci贸n contemplaba los intereses estrat茅gicos de Brasil en la regi贸n, ya que su apuesta por ocupar lugares de privilegio en el escenario internacional (sus aspiraciones de acceder a un asiento permanente en el Consejo de Naciones Unidas), hac铆a necesario un liderazgo regional m谩s amplio que el que ya gozaba este pa铆s en el Mercosur. En ese mismo sentido, algunos analistas consideraron inapropiado limitar el acuerdo exclusivamente a los pa铆ses suramericanos, ya que de esa forma se exclu铆a a M茅xico, pa铆s que integra la ALADI, el Grupo de R铆o (hoy CELAC), entre otras organizaciones de car谩cter regional.

Por otra parte, los defensores del proyecto planteaban la necesidad de contar con una organizaci贸n regional que se disociara de aquellas de corte similar, especialmente haciendo menci贸n a la OEA, que como es sabido, tiene entre sus integrantes a M茅xico, Estados Unidos y Canad谩, que no son miembros de la UNASUR.

Los Estados que lideraron el proyecto, acusaban un nuevo contexto internacional, donde la UNASUR ser铆a el instrumento adecuado para integrar a sus miembros a trav茅s de 鈥渁sociaciones graduales y ampliadas, basadas en la concertaci贸n, cooperaci贸n y la integraci贸n鈥, este hecho considerado en la 茅poca m谩s que necesario en un mundo cada vez m谩s integrado en grandes bloques econ贸micos y pol铆ticos.

Otro aspecto resaltado en su momento y considerado de suma importancia para el presente an谩lisis, refer铆a a la necesidad de integrar a los dos procesos de integraci贸n m谩s profundos de la regi贸n suramericana (la CAN y el Mercosur), pero ya no solo en clave de integraci贸n comercial, sino tambi茅n en otras 谩reas complementarias como la integraci贸n en infraestructura, ya sea la f铆sica o energ茅tica.

M谩s all谩 de los debates generados, siempre necesarios en instancias de esta naturaleza, finalmente, en 2011, luego de la novena ratificaci贸n del Tratado de la UNASUR a cargo de Uruguay, la misma entr贸 en vigencia, institucionaliz谩ndose el proyecto iniciado en 2004 con la CSN. A partir de ese momento, la nueva organizaci贸n regional gener贸 un desarrollo institucional resaltable. Desde su constituci贸n, la UNASUR ha aprobado un n煤mero considerable de declaraciones, decisiones y comunicados. A su vez, cuenta con una Secretar铆a General que tiene su sede en Quito, Ecuador, y ha creado instituciones permanentes en diferentes 谩reas. Entre las m谩s destacadas, se ubican la Secretar铆a t茅cnica UNASUR 鈥 Hait铆, el Centro de Estudios Estrat茅gicos de Defensa, el Instituto Suramericano de Gobierno en Salud y el Grupo de Trabajo sobre Soluci贸n de Controversias e Inversiones.

Otro de los esfuerzos de la organizaci贸n en t茅rminos de su desarrollo institucional, es notorio en el n煤mero de Consejos instituidos. En particular, se destaca el de salud, desarrollo social, de infraestructura y planeamiento, de educaci贸n, cultura, ciencia, tecnolog铆a e innovaci贸n, sobre el problema mundial de drogas, de defensa, de econom铆a y finanzas, energ茅tico y por 煤ltimo electoral (siendo junto con el defensa de los Consejos m谩s activos).

Ya en clave de desaf铆os, como pudo observarse anteriormente, la institucionalidad de la UNASUR es muy amplia y abarca un n煤mero significativo de 谩reas vinculadas con el desarrollo econ贸mico y pol铆tico de la regi贸n, aspecto que a priori es positivo y coincide con la amplitud de sus objetivos originarios.

De cualquier forma, un repaso de todas las normas aprobadas desde la constituci贸n de la organizaci贸n hasta el presente, podr铆an indicar cierto desbalance entre los objetivos planteados en las mismas y las posibilidades reales de alcanzarlos (lo que por cierto, es una de las caracter铆sticas de algunas organizaciones y procesos de integraci贸n regional). En consecuencia, m谩s all谩 de la indiscutible profundizaci贸n institucional ya se帽alada, esta organizaci贸n contin煤a sin contar con los instrumentos integracionistas necesarios para implementar parte de los objetivos fundacionales .

Otro de los desaf铆os de la UNASUR, es a煤n la imperante superposici贸n de acciones con otras organizaciones y esquemas de integraci贸n regional de corte similar. En este punto, deber谩n hacerse mayores esfuerzos para alcanzar una mejor coordinaci贸n y armonizaci贸n entre estas, para lo cual deben pasar a un segundo plano algunos intereses nacionales, que si bien son leg铆timos, impiden la adecuada consolidaci贸n de los intereses regionales.

Por 煤ltimo, uno de los desaf铆os centrales de la UNASUR refiere a su perfil. Esta definici贸n es de suma trascendencia y se encuentra muy vinculada a los otros desaf铆os ya se帽alados. Hasta el momento, las normas aprobadas por los 贸rganos de la organizaci贸n revelan un claro perfil pol铆tico, actuando como foro que colabora con la definici贸n de grandes l铆neas estrat茅gicas en temas vinculados con el desarrollo.

Sin embargo, suelen ser reiteradas las declaraciones sobre la necesidad de que la organizaci贸n adquiera, adem谩s, un perfil comercial. Al respecto, debe tenerse en cuenta, que si bien la CSN mencion贸 expresamente el papel de ese organismo en la armonizaci贸n del Mercosur con la CAN (incluso algunos documentos previos se帽alaron la conformaci贸n de una Zona de Libre Comercio entre sus miembros), la UNASUR no plante贸 dicho objetivo ni estableci贸 ninguna instancia de integraci贸n comercial a ser alcanzada por sus integrantes.

Como consecuencia, en lo que refiere a las relaciones preferenciales, los pa铆ses miembros de la UNASUR seguir谩n utilizando los instrumentos de integraci贸n vigentes, ya sea en el marco de los acuerdos a trav茅s del Mercosur o la CAN, como as铆 tambi茅n en el marco de la ALADI, todos organismos especializados que s铆 han planteado niveles espec铆ficos de integraci贸n. Adem谩s, debe reconocerse, que los pa铆ses de la UNASUR presentan diferencias notorias en las estrategias de inserci贸n seguidas por sus miembros, por lo que las acciones comunes pretendidas por la organizaci贸n en este tema dificultar铆an los consensos regionales.

En s铆ntesis, desde sus primeros pasos, la UNASUR gener贸 hondos debates sobre la real conveniencia de su implementaci贸n, los cuales no impidieron su puesta en vigencia y posterior desarrollo institucional, as铆 como tampoco su consolidaci贸n como foro pol铆tico subregional.

Ahora bien, eso no obsta a que parte de los debates del pasado, siguen perdurando en el presente, pero especialmente encuentran cabida en los desaf铆os futuros de la organizaci贸n.

Para continuar con el desarrollo del proceso, parece necesario evitar una proliferaci贸n de acciones, que generen una red demasiado densa de campos de acci贸n, de dif铆cil concreci贸n con los mecanismos y los recursos disponibles en la actualidad.

A su vez, es imprescindible evitar la multiplicaci贸n de esfuerzos, en 谩reas donde ya existen organizaciones especializadas, que en muchos casos se encuentran conformadas por los mismos pa铆ses miembros de la UNASUR.



Notas
1. Elaborado por Ignacio Bartesaghi en enero de 2013.
Doctorando en Relaciones Internacionales, Mag铆ster en Integraci贸n y Comercio Internacional, Posgraduado en Negocios Internacionales e Integraci贸n, Licenciado en Relaciones Internacionales. Investigador Senior del Departamento de Negocios Internacionales e Integraci贸n de la Universidad Cat贸lica del Uruguay, integrante del Sistema Nacional de Investigadores de la ANII. ibartesa@ucu.edu.uy
2. Existiendo el cargo de Secretario General de la UNASUR.
3. Para lograr niveles profundos de integraci贸n en algunas de las 谩reas estrat茅gicas definidas por la UNASUR, mucho m谩s cuando forman parte del proceso pa铆ses con semejantes asimetr铆as, se necesita de instrumentos y mecanismos que hasta el momento parecen ausentes en la estudiada organizaci贸n regional. Esta realidad afecta el contenido de algunas de las normas aprobadas, en particular en lo que refiere al grado de especificidad de las metas planteadas.


Ignacio Bartesaghi es doctorando en Relaciones Internacionales, Mag铆ster en Integraci贸n y Comercio Internacional, Licenciado en Relaciones Internacionales, Posgraduado en Negocios Internacionales e Integraci贸n. Investigador Senior del Departamento de Negocios Internacionales e Integraci贸n de la Universidad Cat贸lica del Uruguay, docente de la Universidad Cat贸lica del Uruguay y de la Universidad de la Rep煤blica, integrante del Sistema Nacional de Investigadores de la ANII.

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