28/08/23 | Noticias
Por
Sergio Serrichio
El campo y la agroindustria sufrieron en la campaña 2022/23 una de las peores sequÃas de la historia argentina. El daño tuvo alcance macroeconómico. Diversos cálculos estiman una pérdida de entre USD 18.000 y 21.000 millones de exportación, con la correspondiente pérdida de recaudación por retenciones y otros impuestos.
En perspectiva, sin embargo, la inestabilidad macroeconómica, la gravosa carga fiscal y otras medidas de desaliento a la producción pesan más que las ocasionales adversidades climáticas (sequÃas, inundaciones, heladas) y se reflejan en el retroceso de la Argentina como agroexportador mundial. En 2022, por caso, el campo y la agroindustria aportaron, solo en concepto de retenciones, USD 1,1 millones por cada una de las 24 horas de los 365 dÃas del año.
La gravosa carga fiscal y otras medidas de desaliento a la producción pesan más que las ocasionales adversidades climáticas
El cuadro siguiente, elaborado en base a datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) por Belén Maldonado, Natalia MarÃn y Emilce Terré, investigadoras de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), muestra el ranking mundial de paÃses agroexportadores en 1981, 1991, 2001, 2011 y 2021; como puede observarse, sólo en el último año la Argentina desapareció del Top 15. De ser el undécimo en 1981, pasó al puesto 15 en 1991, al 14 en 2001 y al 12 en 2011 y fue relegado al puesto 18 diez años después.
Mientras tanto, Brasil, que hace 40 años era sexto en ese ranking y descendió en las dos décadas posteriores, pero en los últimos 20 años recuperó y ganó posiciones hasta situarse como el tercero del ranking mundial y convertirse en una potencial mundial agroexportadora.
En 2022 la agroexportación sumó USD 55.000 millones y explicó más del 60% de las ventas totales de la Argentina. La OMC no publicó aún datos suficientes para verificar cómo varió ese ranking, pero Terré dijo a Infobae que no hay motivos para pensar que unos paÃses hayan mejorado respecto de otros, pues los precios mejoraron para todos, más allá de algunas variaciones por producto.
Se trata de un sector que abarca una muy amplia variedad de cadenas agroalimentarias: el complejo soja, el más exportador de Argentina, pero también los complejos maÃz, trigo, carne y cueros bovinos, lácteos, pesquero, girasol, cebada, manÃ, hortÃcola y frutÃcola, forestal, entre otros.
La Argentina es el segundo paÃs que menos creció en exportaciones agrÃcola en relación con el promedio de los últimos 10 años, sólo por detrás de Venezuela (BCR)
Además, en 2021 la Argentina quedó cuarta en el ranking de agroexportadores del continente americano, detrás de EEUU, Brasil y México.
También en Sudamérica
A nivel sudamericano, como puede observarse en otra ilustración del estudio de la BCR, si se toma como referencia el nivel del valor de las exportaciones agrÃcolas del 2000, sobre 9 paÃses la Argentina quedó octava en el ranking de crecimiento; superó solo a Bolivia.
Y si la observación se restringe a los últimos 10 años, notan las autoras del estudio, la Argentina fue el segundo paÃs sudamericano que menos creció en relación con el promedio de los últimos 10 años, sólo por detrás de Venezuelaâ€.
El retroceso de la Argentina es aún más evidente si se compara con el desempeño de Brasil y Paraguay
AsÃ, por caso mientras entre 2011 y 2021 las expo agroindustriales de la Argentina pasaron de 45.262 millones a 42.673 millones de dólares (-6%), las de Brasil lo hicieron de 86.390 a 111.086 millones (+28%), las de Chile crecieron 27%), las de Ecuador 88%), las de Perú 61%), las de Colombia 34%), las de Paraguay 54%), las de Uruguay 30%) y las de Bolivia 82%). Entre puntas, solo las de Venezuela disminuyeron (de 67 a 45 millones de dólares).
Y si la comparación es del último año de la serie respecto al promedio anual de los 10 previos, mientras la Argentina exhibe una mejora del 11% y solo supera al 0% de Venezuela, los demás paÃses de la región registran mejoras de entre 14 y 47% (ver cuadro).
De resultas, mientras la Argentina desapareció del Top 15 de agroexportadores mundiales, Paraguay fue escalando en el ranking, del puesto 65 que tenÃa en el año 2000 al 53 en 2021.
Hasta la agresión bélica rusa iniciada en febrero de 2022, también Rusia y Ucrania ganaron protagonismo en el mercado agroalimentario mundial. Rusia habÃa pasado del puesto 26 al 17 y Ucrania del 50 al 23 del ranking de agroexportadores, con subas de entre 51 y 54 por ciento.
Ests constataciones suenan paradójicas, porque el sector agroalimentario agrupa (siguiendo la clasificación del Indec) a los dos rubros más dinámicos de la Argentina en materia de exportación: Productos Primarios y Manufacturas de Origen Agropecuario. Según un reciente estudio de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), se trata de los únicos que en los últimos 15 años aumentaron o mantuvieron sus niveles de venta al exterior, mientras los otros dos (Manufacturas de Origen Industrial y Combustibles y Lubricantes) se estancaron o decayeron.
Pero aunque la agroexportación argentina fue internamente más dinámica, se rezagó en relación a otros paÃses. Algo que se puede revertir. El estudio de Maldonado, MarÃn y Terré destaca el “enorme potencial†de la Argentina “no sólo para recuperar el terreno perdido sino también para liderar el abastecimiento mundial de agro alimentos sustentablesâ€.
Ese potencial, sin embargo, también “estuvo ahÃâ€, mientras el paÃs se fue retrasando en los rankings. ¿Qué explica ese retroceso? En el Congreso 2023 de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), las muy diferentes trayectorias de producción y agroexportación en la comparación con Brasil.
Brasil, cada vez más lejos
Julio Calzada, director de Información y Estudios Económicos de la BCR presentó datos sobre cómo el socio mayor del Mercosur se convirtió en lÃder regional y potencia mundial. En los 90, precisó, la Argentina producÃa el 65% de lo que obtenÃa Brasil, proporción que en la campaña 2021/2022 se redujo a 42% y en 2022/23 a 22% (aquà sÃ, por la sequÃa).
Si simplemente no hubiera perdido el paso respecto de Brasil, calculó Calzada, la Argentina producirÃa hoy 165 millones de toneladas de soja, trigo y girasol, 50 millones de toneladas más de las que realmente produce. Solo ahÃ, precisó, se escurren USD 16.000 millones anuales de exportación, una pérdida que casi empata la que produjo la sequÃa en la última campaña, pero repetida año a año.
Calzada mostró relaciones aún más impactantes para la carne (vacuna, aviar y porcina). En 1997 Brasil exportaba poco menos del doble que la Argentina, pero en 2002 exportó por USD 7.800 millones, 6 veces los USD 1.300 millones de exportaciones argentinas por ese concepto. El “potencial†sigue existiendo, remarcó, y citó que según el Consejo Agroindustrial las exportaciones de carnes podrÃan crecer unos USD 4.400 millones hacia 2033/35, para bordear USD 8.500 millones anuales.
Claro que para eso hay que superar obstáculos.
Según Calzada, la Argentina necesita estabilizar la economÃa y revertir el enorme desaliento fiscal a la producción.
Según el Agrimonitor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mientras en EEUU (primer agroexportador mundial) el 11% de los ingresos de los productores proviene de “apoyos gubernamentales†y en Brasil (el tercero del ranking) la proporción es de 2,1%, en la Argentina se verifica el único caso inverso, de desaliento: nada menos que 19,7%; todos los demás paÃses tienen un “estimado de apoyo al productor†positivo (ver mapa ilustrativo).
No se trata de cifras pequeñas. Calzada calculó, en base a los datos del BID, que entre 2002 y 2021 el fisco argentino detrajo casi USD 200.000 millones del campo y la agroindustria y que, en el mismo perÃodo, el sector agrÃcola brasileño tuvo un apoyo de USD 190.000 millones: USD 390.000 millones de diferencia.
En el mismo panel, la Agregada AgrÃcola de la Embajada de Brasil en Argentina, Andrea Parrilla, explicó las polÃticas de fomento la agricultura y ganaderÃa en su paÃs, la consolidación de polÃticas “de Estado†en la materia y la creación de seguros agrÃcolas acordados entre productores, sindicatos, aseguradoras y el propio Estado, contra las adversidades climáticas.
Entre 2002 y 2021 el fisco argentino detrajo casi USD 200.000 millones del campo y la agroindustria, mientras en igual perÃodo el sector agrÃcola brasileño tuvo un apoyo de USD 190.000 millones (Calzada)
Parrilla exhibió un mapa y una lÃnea de tiempo sobre la cantidad y las tareas de las “AgregadurÃas AgrÃcolas†de Brasil en el exterior: de 8 en 2008 a 25 en 2016 y 29 en la actualidad, incluyendo 2 en la Unión Europea, 2 en China y la que abrió el año pasado en Angola, un paÃs luso-parlante de Ãfrica. En contraste, la Argentina mantiene desde hace décadas 5 “ConsejerÃas AgrÃcolas†(EEUU, Brasil, la UE, China y Rusia) y no por austeridad de la burocracia pública, que creció casi sin interrupciones.
Realidades como esa llevaron a Enori Barbieri, vicepresidente de la Asociación Brasileña de Productores de MaÃz (Abramilho) en el Congreso Maizar 2023 a decir que si el sector agroalimentario brasileño sufriese el desaliento que soportan sus pares de la Argentina (cepo, retenciones, retraso cambiario, cuotas, indisponibilidad de divisas, obstáculos para importar insumos) “ya estarÃan quebradosâ€. En cambio, señaló a sus pares locales, “ustedes perseveranâ€. En Brasil, remarcó, más de 300 de los 513 diputados del Congreso federal integran el “Frente parlamentario de Agriculturaâ€. Sin músculo legislativo y representación polÃtica, sugirió, es difÃcil defenderse.
MacroeconomÃa, causas y efectos
Las tribulaciones de la agroexportación son, a la vez, causa y efecto de los resultados macroeconómicos. Una reciente publicación del Ieral de la Fundación Mediterránea, firmada por Jorge Vasconcelos y Maximiliano Gutiérrez puso el foco en los últimos 6 años y la comparación con Brasil. En ese perÃodo, dice el trabajo, “la variación del PBI del gigante sudamericano le sacó 13 puntos de diferencia al argentino. Entre 2017 y 2023 se expandió 9,9% allá y se contrajo 3% acá. Y en el mismo perÃodo el empleo privado formal aumentó 7,4% en Brasil, contra 1,4% en la Argentinaâ€.
El estudio subraya la importancia de la gestión de Michel Temer, el vicepresidente que completó el segundo mandato de Dilma Rousseff e impulsó reformas que tuvieron eco en el Congreso, debido a la magnitud de la crisis heredada, y luego derramaron beneficios sobre las gestiones de Jair Bolsonaro y Lula da Silva.
Una fracción de la opinión pública parece creer todavÃa que las reformas son sinónimo de ajuste, pero es exactamente al revés (Vasconcelos - Gutiérrez)
“Se abandonó la idea del gasto público y el crédito estatal como locomotoras del crecimiento y se pavimentó una recuperación de la economÃa traccionada por el sector privadoâ€, escribieron los autores, y destacaron una estricta regla fiscal, la autonomÃa del Banco Central brasileño y las normas (como el combate a la “industria del juicioâ€) con que se afrontó el problema de la informalidad laboral, que redundaba en precariedad de los trabajadores y baja productividad de las empresas.
“En la Argentina -resalta el trabajo del Ieral- una fracción de la opinión pública parece creer todavÃa que las reformas son sinónimo de ajuste, pero es exactamente al revés: es la falta de reformas lo que nos mantiene en la estanflaciónâ€.
Carencia que, de no revertirse a partir de 2024, harÃa que el sector de mayor productividad y competitividad internacional de la economÃa argentina siga retrocediendo en los rankings internacionales, pese a su “enorme potencialâ€.
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