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28/09/18 | Noticias

“Con la simplificación de procesos para exportar, apuntamos a ahorrar el 1 % del PBI en 2019”

Image El funcionario participó, junto a representantes de la Cepal, Administración General de Puertos (AGP) y el presidente del Centro de Navegación, en las jornadas organizadas por dicha entidad en Expo Logísti-k.



Con el trasfondo de la disparada del dólar y el impacto del mismo en las exportaciones, entre otros temas, se desarrolló días pasados una jornada de análisis de actualidad y futuro del comercio exterior, organizado por el Centro de Navegación, en el marco de Expo Logísti-K.



Allí, partiendo de la premisa de que “la burocracia afecta directamente la competitividad de las empresas”, el Secretario de Simplificación productiva del Gobierno de la Nación, Pedro Inchauspe, explicó que venimos de “un Estado bobo” donde las trabas están a la orden del día, en muchos casos por la complejidad impositiva y de normas y en otros por una desconfianza hacia los empresarios.



En su charla, “Simplificar para exportar” manifestó los paradigmas que vienen guiando su gestión: digitalización (de manera de poder compartir e intercambiar datos de manera más clara y sencilla), confianza en el empresario (pensándolo como alguien que busca producir y no evadir), normas claras (que permitan planificar), interoperabilidad (que el Estado resuelva los temas en diálogo entre diferentes ministerios) y transparencia.



“Cuando la regla es clara, el proceso es transparente”, graficó Inchauspe, quien no minimizó algunas de las dificultades que se presentan en este proceso pero se mostró optimista con los avances. “Esta simplificación de procesos redundará en ahorros. En 2019 representará el 1 % del PBI”, graficó.



La necesidad de adaptar la infraestructura portuaria a las nuevas necesidades del comercio exterior fue uno de los temas que más se mencionó durante la jornada. Ramiro López Saubidet, gerente Coordinador de Gestión Operativa de AGP, destacó que, bajo su gestión, se propuso bajar costos, mejorar la infraestructura, simplificar las regulaciones, brindar mayor control y poder medir resultados.



Señaló que la infraestructura actual tiene que ver con una organización de hace 100 años. “No es prolija, clara ni eficiente”. El objetivo, planteó, es lograr una mejor convivencia del puerto con la ciudad. Saubidet mencionó, a su vez, el lugar que ocupa Argentina (58) en el Indice de Performance Logística, y resaltó que el objetivo es que los puertos de nuestro país se puedan ubicar “entre los 40 del ranking”.



Ricardo Sánchez, director Adjunto de la División de Recursos Naturales e Infraestructura de la CEPAL, dio un detallado panorama de la región, donde se pasó de un promedio de crecimiento del 14 % en la década pasada a un 5 % actual. También diagnosticó, entre otros cambios, las nuevas alianzas navieras, el crecimiento de los buques y la commoditización de puertos, que sufren una crisis de “gobernanza”, con la necesidad de ser adaptados a los requerimientos.



Explicó que hay una baja en la cantidad de contenedores demandados, por la reprimarización de los productos de exportación de la región, la racionalización por el crecimiento del tamaño de contenedores y barcos, y el achicamiento de las cargas. Alertó, a su vez, por la concentración de la carga en menos operadores, por la fusión de navieras, y la alineación de intereses sectoriales.



En cuanto a la infraestructura, destacó que “los grandes buques hacen más racional el transporte pero estresan a los puertos”. En ese sentido, precisó que, con estos grandes barcos, se concentra toda la actividad en un solo día y en ciertas horas. Eso debe influir en la nueva organización de los puertos, donde se ve una necesidad de mayor calado/profundidad.



Con ese tema, justamente, cerró su charla y el encuentro, el presidente del Centro de Navegación, Julio Delfino: “Apoyamos cualquier obra que mejore la infraestructura y que nos dé calado, calado, calado”, destacó. Sin embargo, relativizó la influencia que puedan tener las decisiones de nuestro país en el tráfico internacional. “Hasta que Brasil no defina nuevos parámetros, a esta zona va a seguir viniendo el mismo tamaño de barcos”. Dio, como ejemplo, que dos cargadores de pollos de Brasil ocupan lo mismo que todo el volumen de reefer de Argentina.



Al igual que Ricardo Sánchez, se refirió a la concentración de los armadores, aunque resaltó diferentes consecuencias. “La parte positiva de los joints es que se puede hacer más eficiente, por juntarse y no venir todos separados”. Señaló que, lo importante a futuro, “es tener, al menos 10 armadores compitiendo”.



En relación a la nueva demanda de servicios para exportación, como consecuencia de la subida del dólar, Delfino fue cauto: “Mucha volatilidad en Sudamérica hace que los armadores se tomen más tiempo para definir si existe oportunidad de alocar nuevos servicios; simultáneamente post devaluación en Brasil y Argentina el otro efecto directo es la caída de las importaciones. El efecto neto que se da en el flete total por el round trip del barco es el número que interesa teniendo en cuenta ambas piernas/viajes¨.



El presidente del Centro de Navegación explicó que los armadores confían en que nuestra región va a crecer, pero prefieren esperar a que haya cierta constancia a partir de un tipo de cambio estable, que promueva mayor nivel de actividad económica en toda la zona de la costa este de Sudamérica, potenciando exportaciones e importaciones en forma simultánea.

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