Por Agustín Maza

El Directorio del BCRA aprobó la aplicación de fondos obtenidos para prefinanciación de exportaciones al pago de importaciones. Con eso busca postergar pagos por USD3.000 millones en 2023, con el objetivo de aliviar el impacto de la sequía en las reservas. A cambio de ingresar en ese esquema, las empresas tendrán garantizado un flujo constante de insumos, en medio de una creciente preocupación por un posible endurecimiento del cepo, debido a la escasez de divisas. La decisión fue el resultado de las negociaciones que mantuvo la autoridad monetaria con grandes firmas del sector de consumo masivo, automotrices y petroleras, que tienen una mayor posibilidad de conseguir financiamiento internacional.

Según explicaron desde el BCRA, el nuevo sistema está especialmente enfocado en empresas que venden al exterior. Esas compañías podrán utilizar el prefinanciamiento de sus exportaciones, a través de bancos o proveedores internacionales, para el pago de los insumos necesarios para producir. De todos modos, la aprobación de esas importaciones continuará bajo la órbita del SIRA, tal como sucede desde octubre del año pasado.

"La normativa adopta una herramienta ya existente y la aplica a la financiación de importaciones, logrando distribuir en el tiempo la menor disponibilidad de divisas por efecto de la sequía que afectó a la producción agropecuaria. Con este nuevo instrumento, se espera que las industrias puedan regularizar las cadenas de producción, garantizando un flujo previsible y constante de insumos, a un costo financiero menor", sintetizó el BCRA.

En las últimas semanas la autoridad monetaria mantuvo charlas con grandes empresas de los sectores de consumo masivo, automotriz y petrolero para avanzar en ese nuevos sistemas. Las estimaciones oficiales hablan de que eso permitirá postergar este año el pago de hasta USD3.000 millones si esos tres rubros ingresan al mecanismo. El mínimo que se podrá patear será de USD1.000 millones.

Fuentes del sector privado que participaron de las negociaciones señalaron que los bancos comprometieron líneas de financiamiento externo ante funcionarios del BCRA. "Los bancos ven que la restricción que enfrenta la economía argentina se superará el próximo año con una cosecha que volverá a marcar un récord tras el efecto de la sequía. También ayudará el funcionamiento pleno del Gasoducto Néstor Kirchner, que se inaugurará en junio y permitirá ahorrar divisas por importaciones de energía", afirmaron.

Según pudo saber este medio, el presidente del BCRA, Miguel Pesce, participó personalmente en esas discusiones. "Uno de los temas pendientes de resolución está en los usos que podrán hacer las empresas de los fondos en pesos que no aplicarán este año al pago de importaciones", comentaron desde la entidad.

Según los cálculos del equipo económico del Gobierno, la sequía tendrá un costo de al menos USD18.000 millones en exportaciones del sector agrícola. En ese sentido, señalan que el BCRA tiene disponible liquidez de USD5.000 millones del swap chino hasta agosto, mientras se negocia poder elevarla a USD19.000 millones. Ahora podrán sumar hasta USD3.000 millones si el nuevo esquema de prefinanciación tiene éxito.

En paralelo, se aceleran las negociaciones con Brasil para prefinanciar las importaciones desde ese país. El ministro de Economía, Sergio Massa, viajará a China a finales de mes, en busca de que el banco de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) aporte las garantías. Además, esperan que el FMI adelante USD10.800 millones correspondientes a los desembolsos del segundo semestre.