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07/10/12 | Varios / Sugerencias

Origenes de la Aduana Argentina

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La Aduana Argentina es una de las instituciones m谩s antiguas del pa铆s. Se constituy贸 como una organizaci贸n varios a帽os antes de que la Argentina misma se conformara como Naci贸n, dado que su comienzo se remonta a los tiempos de la conquista y colonizaci贸n Espa帽ola.

Los historiadores consideran que el antecedente m谩s antiguo de la actividad aduanera en tierras del Plata son las disposiciones contenidas en la C茅dula Real que el Emperador Carlos V firm贸 el 19 de julio de 1534 en favor de Don Pedro de Mendoza, autoriz谩ndolo a emprender la conquista y "poblar las tierras y provincias que hay en el r铆o de Sol铆s que llaman de La Plata".

Dicha C茅dula Real establec铆a la exenci贸n del pago de derechos del 7,5% (almojarifazgo) de todos aquellos bienes que llevaran consigo los colonos siempre y cuando fueran para su uso o consumo personal y no con fines comerciales, dado que, en este 煤ltimo caso, el Tesorero Don Rodrigo de Villalobos, que integraba la expedici贸n de Mendoza, deb铆a formular los cargos correspondientes.

El primer registro oficial que se conserva de una operaci贸n data del 1潞 de junio de 1586 y corresponde al ingreso de mercader铆as introducidas por la nave "Nuestra Se帽ora del Rosario", procedente de Santos, Brasil, propiedad de Don Alfonso Vera.

Por aquellos tiempos, Buenos Aires y la regi贸n pampeana eran un 谩rea marginal cuyos contactos comerciales con el exterior se daban a partir de dos grandes actividades: la exportaci贸n de nav铆os a Brasil (cuyos permisos especiales eran otorgados por las autoridades espa帽olas) y el contrabando.

Durante este per铆odo el puerto de Buenos Aires se convirti贸 en un punto de ingreso -l铆cito e il铆cito- de diversos productos as铆 como de esclavos africanos. Esto motiv贸 la temprana queja de los comerciantes lime帽os y el establecimiento en 1622 de una "Aduana seca" en la ciudad de C贸rdoba, trasladada a Jujuy en 1696, que gravaba con un 50% las mercader铆as que se dirig铆an hacia el norte.

Esta situaci贸n de relativa marginalidad cambi贸 en la segunda mitad del siglo XVIII a partir de las reformas Borb贸nicas. En 1776 se cre贸 el Virreinato del R铆o de la Plata, del que Buenos Aires fue la capital. La creaci贸n del Virreinato foment贸 las actividades mercantiles en Buenos Aires al permit铆rsele comerciar con las otras dependencias espa帽olas.

Dos a帽os m谩s tarde, en 1778, la Corona sancion贸 el Reglamento de Libre Comercio, que elimin贸 el antiguo monopolio que ejerc铆an otros puertos en su relaci贸n con la Pen铆nsula y autoriz贸 a Buenos Aires, entre otros, a comerciar directamente con Espa帽a. Tambi茅n se reforz贸 el control de estas actividades con la creaci贸n de la Real Aduana de Buenos Aires, organismo encargado de administrar el comercio exterior del Virreinato

Durante muchos a帽os el desarrollo de la actividad aduanera estuvo ligado al lento crecimiento poblacional de la regi贸n del Plata que registraba una escasa actividad comercial y en consecuencia una reducida recaudaci贸n.


Revoluci贸n de Mayo

La Revoluci贸n de Mayo impuls贸 medidas tendientes a asegurar la libertad de comercio sin restricciones, lo que implic贸 reorganizar las instituciones administrativas y transformar a la Aduana en concordancia con el esp铆ritu revolucionario de la 茅poca, que estaba imbuido del liberalismo filos贸fico y pol铆tico vigente a comienzo del Siglo XIX.

Los primeros gobiernos patrios se fijaron como objetivos mejorar los servicios aduaneros, combatir el contrabando y aumentar la recaudaci贸n, tanto nacional como provincial, dado que exist铆an aduanas interiores. Hacia 1812, las necesidades econ贸micas abrieron el camino a la creaci贸n de nuevas aduanas. As铆 nacieron, por decreto, las aduanas de Mendoza y Corrientes.

Para los mismos a帽os, cada Cabildo de Buenos Aires ejerc铆a el control aduanero. Pero tambi茅n ten铆an a su cargo el cobro de impuestos a los habitantes de la ciudad, como las alcabalas y las patentes para ejercer el comercio en la v铆a p煤blica en vandolas o para circular en carro por la ciudad.

Desde 1826 se sucedieron diversos intentos para unificar las aduanas, pero todos fracasaron. Reci茅n despu茅s de la ca铆da de Juan Manuel de Rosas, en el Acuerdo de San Nicol谩s -firmado en 1852- se determin贸 que los impuestos de aduana a las importaciones y exportaciones, tendr铆an car谩cter nacional y que las mercader铆as de origen extranjero podr铆an transitar libremente de una provincia a otra luego de ser nacionalizadas.


Herencia y consolidaci贸n

El origen del sistema de cobro de impuestos aduaneros en la Naci贸n es una herencia del sistema de organizaci贸n econ贸mico espa帽ol, que se transmiti贸 y adapt贸 a las necesidades de un nuevo pa铆s en formaci贸n y que logr贸 consolidarse definitivamente cuando el organizaci贸n pol铆tica se afianz贸 a trav茅s de la Constituci贸n y las normas legales que de ella derivan.

Por ser una entidad recaudadora y proveedora de recursos econ贸micos, la Aduana ha tenido una enorme influencia y participaci贸n activa en el acontecer hist贸rico de la Naci贸n.

En 1997, el Decreto 618 dispuso que la Administraci贸n Nacional de Aduana (ANA) pasara a ser la Direcci贸n General de Aduanas, organismo integrante de la Administraci贸n Federal de Ingresos P煤blicos.


Distintas denominaciones del Organismo en el tiempo

1877: Direcci贸n General de Rentas
1931: Direcci贸n General de Aduanas
1947: Administraci贸n General de Aduanas y Puertos (Ley Nro. 12964)
1949: Direcci贸n Nacional de Aduanas (Decreto Nro. 8803)
1963: Aduana de la Naci贸n (Ley Nro. 6087)
1969: Administraci贸n Nacional de Aduanas (Decreto Nro. 6979)
1997: Direcci贸n General de Aduanas (Decreto Nro. 418/97)

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