El pago en yuanes avanza a todo vapor, abarcando más de la mitad de las importaciones realizadas desde China en abril. La iniciativa con Brasil viene más lenta, pero podría cerrarse antes que termine mayo. Con estas dos vías operativas, el Gobierno lograría que cerca del 50% de importaciones no requieran dólares. De esta forma se cuidarían más las reservas del Banco Central y no habrá freno a la actividad económica. “Sergio (Massa) trabaja en paralelo para lograr todos los objetivos. Ya cerró con China, se negocia con Brasil, y falta el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tiene buenas chances de cerrarse”, confía un importante funcionario.

Si no hay dólares, buenos son los yuanes y también los reales. Esa parece ser la consigna del equipo económico de Sergio Massa para el comercio exterior, sin perder de vista que los verdes -en forma de Derechos Especiales de Giro, DEG, la moneda del FMI- también pueden llegar. La sequía, inédita a lo largo de un siglo (la peor desde 1922), le hizo perder a la Argentina un ingreso de entre 18.000 y 21.000 millones de dólares, según la fuente que haga la estimación. Esto obligó a agudizar el ingenio y reforzar las relaciones internacionales para que las importaciones y la actividad económica en general no se frenen.

La estrategia del ministro Sergio Massa, y de todo el equipo económico en general, se despliega en tres objetivos simultáneos, de los cuales uno ya se consiguió: China y los yuanes, Brasil con sus reales, Estados Unidos y el FMI con los dólares. “Sólo con los dos primeros objetivos, de los cuales ya se consiguió el primero, resolveríamos que aproximadamente el 50% del comercio exterior se haga sin tocar dólares de las reservas. Pero además creemos que los adelantos del FMI van a llegar. Con eso, entre mayo y junio podemos tener resuelta la restricción externa”, le confió a Minuto de Cierre un importante funcionario que está en el día a día de esta cuestión.

La misma fuente señala que, con el objetivo de no frenar la economía, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) le autoriza a la Secretaría de Comercio alrededor de u$s 4.500 millones mensuales para importaciones vía Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA). Los datos oficiales están cerca de esta cifra. Durante el primer trimestre del año, el BCRA vendió dólares para pagar importaciones por u$s 14.798 millones incluyendo fletes, según sus propias cifras. De acuerdo al Indec, los despachos importadores registrados por la Aduana sumaron u$s 17.178 millones.

El promedio es superior a u$s 4.900 millones según el BCRA y más de u$s 5.700 millones siguiendo al Indec. Entre una cifra y otra están los dólares -o yuanes, o reales, moneda extranjera para importar- necesarios para que la economía no se frente. El objetivo se está consiguiendo si se toman, por ejemplo, los números de la industria -2,5% de suba interanual en el primer bimestre-, supermercados -0,9% de incremento en igual período- o pesca -5,4% de suba en el primer trimestre. La construcción muestra una baja -1,9% en el bimestre-, pero viene de alto nivel de actividad; en tanto que el sector agropecuario sufre los efectos de una sequía extraordinaria. Esto último agudizó la falta de dólares, que obligó al equipo económico a acelerar una estrategia esbozada hace más de una década. Las claves son: objetivo del 50%, yuanes, reales y dólares.

-Objetivo: que el 50% de las importaciones no se paguen con dólares, y además con financiamiento. Tanto desde el Ministerio de Economía, como desde el BCRA, coinciden que Brasil y China comprenden cerca del 50% de las importaciones. “Nuestra idea es que a los dos países se les pague con su moneda, y que además haya financiamiento”, apunta una fuente de Economía. “De los 60.000 a 80.000 millones de dólares anuales de importación, variables según la economía mundial y nuestra de cada año, estas dos naciones representan la mitad”, corroboran desde el Central. Aquí no hay interna, Massa y Miguel Angel Pesce coinciden en el diagnóstico y los objetivos. “Hay gente a la que le gusta que aparezcan notas sobre mí en los diarios, pero Economía y nosotros estamos alineados en cuanto a los diagnósticos y políticas”, suele admitir Pesce en conversaciones privadas.

-China y los yuanes: el primer objetivo conseguido. Durante abril, aunque recién se habilitó el esquema a partir del 26, se autorizaron importaciones desde China pagaderas en yuanes por u$s 1.087 millones, aproximadamente la mitad de las compras realizadas al gigante asiático. Como las autorizaciones a través del SIRA salen más rápidas de esta forma, la tendencia será que las compras a China se realicen de esta forma. Por otra parte, el swap habilita un financiamiento anual por u$s 5.000 millones extensibles a u$s 8.000 millones. “La financiación no es un problema, a ellos les sobra la plata; y como el año próximo será normal, sin sequía, esos créditos podrán devolverse”, apunta una alta fuente del BCRA.

Brasil y los reales: cómo pagar las importaciones industriales. Sin la velocidad de China, pues Brasil es una democracia republicana, se está avanzando en un esquema similar, de pago con moneda de ese país, swap y financiamiento. “El esquema ya está acordado, aunque falta avanzar en las precisiones técnicas. Vamos a establecer un sistema de crédito con SIRA en reales”, confía una fuente del equipo de Massa. “A ellos les sirve para seguir vendiéndonos automóviles, autopartes, electrodomésticos, entre otros bienes; y a nosotros para no usar dólares. Estamos trabajando para cerrarlo antes que termine mayo”, agregó.

Los dólares del FMI, la frutilla del postre: con el flujo para importaciones medianamente resuelto, Sergio Massa avanza también para que el FMI le adelante financiación al país, liberando así la devolución de préstamos al organismo para prácticamente todo el 2023. El gobierno de Estados Unidos ya mostró apoyo a la petición argentina, con una preocupación de fondo: no quiere que China avance en Sudamérica. “Sergio coquetea con China para que Estados Unidos no nos abandone, es el siempre declamado y pocas veces ejercido multilateralismo”, analiza un especialista en relaciones internacionales ligado al peronismo.

Si los dos objetivos pendientes se consiguen, el Gobierno conseguiría despejar el frente externo entre mayo y junio. Algo que no consiguieron otros mandatos presidenciales en su momentos finales -Alfonsín y Macri son los ejemplos más evidentes-, y durante un año donde la sequía cambió para mal todos los pronósticos. Aún así, Massa deberá conseguir que baje la inflación si pretende que el Frente de Todos siga siendo gobierno. Pero con el frente externo resuelto, las condiciones para conseguirlo serán mejores.