29/06/21 | Interior del pais
En las últimas semanas se elevó el estado de alerta por la bajante del rÃo Paraná a la altura del Gran Rosario, donde el nivel del agua descendió notablemente y no se vislumbra una mejorÃa en los reportes cercanos.
El pasado martes se registró una bajante de 0,05 centÃmetros en el caudal; ante este escenario los expertos proyectan un panorama muy comprometido para los próximos meses, hasta el inicio de la primavera, cuando se tengan informes más certeros de lo que resta para el verano. Por esta situación, los barcos exportadores están saliendo con 9.300 toneladas menos de lo habitual para esta época del año.
La semana pasada, la medición habÃa arrojado parámetros de 0,36 metros de profundidad a la altura de los puertos de Rosario. Sin embargo, en unos dÃas el rÃo bajó 20 centÃmetros. De acuerdo con la información que maneja la Cámara de Actividades Portuarias y MarÃtimas (Capym), a mayo del año pasado, el hidrómetro de Rosario estuvo solamente 8 centÃmetros por arriba de cero; esta vez todavÃa falta para llegar a ese punto, pero es un escenario posible que llegue ante la sequÃa que azota la región. “Igualmente, vamos a llegar porque esto va a seguir bajando, vamos a tener el RÃo Paraná muy bajo. El año pasado estuvo en 8 centÃmetros positivos y ahora, al menos, todavÃa estamos en valores positivos, pero hay una parte final donde se complica la navegaciónâ€, explicó Guillermo Wade, gerente de la Cámara.
7 centÃmetros menos
Para la semana próxima se prevé que el hidrómetro baje 20 centÃmetros desde los 13 centÃmetros que se registraron el último martes, es decir, que se van a “tener 7 centÃmetros negativos†de acá a una semana. “Los barcos al dÃa de hoy están saliendo a una navegación de 9′07, o sea, a 29′9. Muy por debajo de los 30′06 que habitualmente tenÃamosâ€, explicó Wade. En otras palabras, los buques están cargando 4 pies y 3 pulgadas menos de lo habitual en un año con un caudal considerado normal para estos meses. Por eso, los expertos creen que el impacto en este momento es enorme.
“La navegación no está complicada porque siempre se sigue saliendo con un margen de seguridad bajo la quilla, lo que sucede es que la altura del agua impide el hecho de poder cargar los barcos como lo hacÃamos hasta hace un par de años, donde los cargábamos a 34′06, o sea, a 10 metros con 51 centÃmetros. Se están teniendo que cargar bastante menos de lo habitualâ€, agregó.
Los barcos salen cargados de los puertos del Gran Rosario con menor cantidad de toneladas, como consecuencia de la bajante del Paraná. (Archivo)
Los barcos salen cargados de los puertos del Gran Rosario con menor cantidad de toneladas, como consecuencia de la bajante del Paraná. (Archivo)
Actualmente, los barcos complementan la carga en Quequén o en BahÃa Blanca y los puertos del sur de Brasil. â€Con estos valores ni siquiera podemos cargar completos los handymax (150-200 m de eslora). En un handymax se cargan casi 7.600 toneladas menos de lo habitual y en un panamax unas 9.300 toneladas menos. En este momento, un barco de panamax de 47 mil toneladas de harina o 55 mil toneladas de grano, por ejemplo, están cargando 9.300 toneladas menos para poder salirâ€, describió el integrante de la Cámara. El récord histórico más cercano del que se tenga registro en la bajante en Rosario fue en 1944, donde estuvo a menos de 1,32 por debajo del cero.
Hasta la primavera
En esa lÃnea, Juan Carlos Bertoni, presidente del Instituto Nacional del Agua (INA) reforzó que la Cuenca del Plata y el Paraná tienen una bajante extraordinaria, una situación que impacta tanto a Brasil como a Argentina. En el paÃs vecino no ocurrÃa un panorama similar desde hace 91 años, mientras que acá la situación más crÃtica se dio en 1884. “El año pasado ya tuvimos una bajante muy importante. Fue la más crÃtica de la historia reciente, y esta es la segunda, si reunimos el bienio, se constituye como el más crÃtico desde hace más de 130 añosâ€, explicó sobre la mega sequÃa que arrecia esta parte de Sudamérica. La caracterÃstica particular de este fenómeno, contó, es la gran extensión que abarca y por ello se decretaron las alertas en ambos paÃses. “Impacta a rÃos tan importantes como el Paraguay, Iguazú y afluentes del Paraná. Brasil ya ha decretado la emergencia hÃdrica hasta fines de noviembreâ€, reveló.
Para los próximos meses, en el INA ven muy poco probable un cambio positivo. Por ello, la bajante se estima que se va a extender hasta avanzada la primavera. “La escasez de lluvia nos obliga a tomar una serie de recaudos, el INA junto con el Instituto de PolÃticas HÃdricas estamos en negociaciones y contactos con las autoridades técnicas y polÃticas de Brasil para ver cómo tratar esta sequÃa, ellos ya iniciaron un razonamiento de periodo dudativo en relación a la raciónâ€, extendió sobre el trabajo que llevan adelante también con las 7 provincias afectadas del paÃs.
Este impacto de la falta de agua en el Paraná, contó, tiene diversos problemas, el primero es el abastecimiento del agua potable, la generación energética y la navegación. “Estamos viendo que los panamax salen a la ruta oceánica con falso flete; llevan menos carga en sus bodegas producto de la reducción del calado. Pero esto no solo está pasando en la ruta oceánica, también la ruta barcaza que va hasta Paraguay que se ha visto perjudicada. Hay un acuerdo entre los 3 paÃses (Paraguay, Brasil y Argentina) sobre una pequeña ventana de navegaciónâ€, adelantó y aseguró que producto de la bajante de las aguas hay un gran impacto en la fauna.
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