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20/02/14 | Resumen de Noticias

El "Made in Argentina" sufre los embates de la devaluaci贸n por suba de costos y alta dependencia de lo importado

Image Durante el 煤ltimo tramo de la d茅cada K, hubo una suerte de "pacto" entre el Gobierno y los industriales, especialmente con aquellos enfocados en el mercado dom茅stico.
De la mano de subas salariales que corrieron por encima de la suba de precios y de un f茅rreo control aduanero para limitar la competencia importada, el Ejecutivo potenci贸 el consumo hasta lograr que numerosas ramas de actividad alcancen r茅cord hist贸ricos de producci贸n y ventas.
Nunca antes en la Argentina se hab铆an logrado fabricar tantas heladeras, lavarropas, cocinas, televisores, autos, zapatillas, equipos de aire acondicionado, celulares o tractores, por nombrar algunos ejemplos.
Claro que con un gasto p煤blico r茅cord, susbsidios creciendo sin techo, fuerte expansi贸n de la emisi贸n monetaria y falta de inversiones, la contracara de este boom fue la aceleraci贸n de la tasa de inflaci贸n.
En un comienzo, la misma fue clave para potenciar el consumo. Eran 茅pocas de la llamada "inflaci贸n buena", cuando el discurso oficial hac铆a referencia a que "unos puntitos" de suba no eran nocivos para la econom铆a y que incluso ayudaban al proceso de reindustrializaci贸n nacional v铆a adelantamiento del boom de ventas.
Esta etapa fue la que el economista Carlos Melconian denomin贸 como "fuga al consumo", producto del adelantamiento en las compras por parte de argentinos como mecanismo defensivo ante la suba de precios.
Y fue la que se festej贸 a puro r茅cord, con empresas que pod铆an prorratear los mayores costos y compensar la ca铆da de rentabilidad a trav茅s de un mayor volumen de producci贸n. La rueda gir贸 as铆 por varios a帽os. Claro que no pod铆a ser eterna.
Conforme las reservas entraron en fase cr铆tica y el atraso del billete verde se hizo insostenible, el Gobierno avanz贸 con una fuerte devaluaci贸n y as铆 rompi贸 el "pacto" con parte del empresariado nacional, que ahora recibe lo "malo" de esta medida, qued谩ndose pr谩cticamente sin ning煤n efecto positivo debido a un c贸ctel que conjuga:
1. Suba de costos en d贸lares: la fuerte devaluaci贸n encareci贸 autom谩ticamente todas las materias primas con precios internacionales que proveen a la industria nacional. Seg煤n la C谩mara de Importadores, actualmente el 90% de las empresas locales utiliza al menos un insumo del exterior.
Esto oblig贸 al Gobierno a aplicar un nuevo parche para la industria y extender su pol铆tica de "Precios Cuidados" a los llamados "insumos difundidos", que incluye desde hierros hasta pl谩sticos, para as铆 evitar un "efecto domin贸" con un impacto inflacionario autom谩tico en las g贸ndolas.
2. Topes a los precios: el Gobierno intent贸 compensar a los industriales congelando el valor de algunas materias primas y componentes pero tambi茅n los castig贸 obligando a numerosas ramas de actividad a limitar las subas de precios de sus productos en niveles que est谩n lejos de acompa帽ar el 铆ndice inflacionario. Tal es el caso de l铆nea blanca, electr贸nica de consumo o alimentos elaborados.
No s贸lo eso: tambi茅n inici贸 una campa帽a para dejar en claro que los responsables de las subas son los empresarios.
La jugada la inici贸 el propio ministro de Econom铆a, Axel Kicillof, cuando asegur贸 que no hab铆a razones para que la devaluaci贸n impactara en los valores de los productos, aunque luego debi贸 moderar sus dichos y advertir que no se permitir铆an abusos por parte de los industriales.
3. Encarecimiento de los cr茅ditos para consumo: tras la devaluaci贸n, el BCRA avanz贸 fuerte en retirar pesos del mercado (algo m谩s de $35.000 millones en lo que va del a帽o) para restarle presion al mercado cambiario y elev贸 las tasas para defender la moneda local.
Esto encareci贸 el costo de los cr茅ditos, en especial los destinados a financiar las compras de los argentinos. En efecto, el costo financiero total (CFT) para tarjetas y pr茅stamos personales se elev贸 a casi un 80%.
"Vamos a un esquema de tasas altas, menos consumo y menos actividad econ贸mica", resumi贸 Andr茅s M茅ndez, director de la consultora AMF.
Por el lado de la industria, esto no s贸lo pega en menores niveles de comercializaci贸n. Seg煤n el consultor Salvador Dist茅fano, habr谩 serias dificultades para financiar el capital de trabajo: "El cr茅dito se ofrecer谩 a intereses cada vez m谩s elevados y las empresas que dependen de la asistencia financiera enfrentar谩n mayores problemas".
Al inconveniente de insumos m谩s caros en t茅rminos de moneda local se suma un dato no menor: tras la salida de Guillermo Moreno de la Secretar铆a de Comercio Interior, el flujo en el ingreso de insumos del exterior no s贸lo no mejor贸 sino que la orden oficial ahora es restringirlo al m谩ximo -hasta que lleguen los "sojad贸lares"-.
Esto ya se tradujo en un acortamiento de horas extras y hasta en suspensiones de personal, tal como sucedi贸 en automotrices y empresas del rubro electr贸nico.
Menos volumen, menos rentabilidad
Tras la fuerte devaluaci贸n de enero, se dispararon las alarmas por una posible espiralizaci贸n de la inflaci贸n.
Esto, sumado al encarecimiento del cr茅dito, est谩 afectando fuertemente el modelo de producci贸n que se hab铆a edificado en los 煤ltimos a帽os: incrementar el nivel de fabricaci贸n para prorratear los crecientes costos fijos en m谩s unidades.
"El golpe m谩s negativo del actual escenario ser谩 para los sectores cuyos productos no tienen una salida hacia la exportaci贸n. Esto es as铆 porque son los primeros en sufrir la baja de la demanda interna", advirti贸 Mariano Lamothe, economista de la consultora Abeceb.
Desde el sector de l铆nea blanca -que nuclea a fabricantes de heladeras, lavarropas y cocinas- miran el escenario actual con suma preocupaci贸n. No es para menos: es una industria completamente mercadointernista, con una oferta abastecida en m谩s de un 95% por la producci贸n nacional.
De modo que est谩 recibiendo todo lo malo de la devaluaci贸n (suba de costos, ca铆da del poder adquisitivo) y nada de lo bueno (no exportan y no necesitan ganarle terreno a la competencia del exterior).
"Luego del alza del d贸lar nos autorizaron subir los precios un 7,5%, cuando desde octubre tenemos los valores congelados. En ese inter铆n, los costos se incrementaron, en promedio, un 20%. Es decir que en cuatro meses perdimos casi 13 puntos de rentabilidad", dispar贸 el directivo de una c谩mara sectorial de l铆nea blanca.
El responsable de la entidad fue m谩s all谩 al asegurar que "en febrero se suelen reactivar las 贸rdenes de compra que hacen las cadenas pero notamos un baj贸n generalizado. Hay f谩bricas que, al d铆a de hoy, est谩n despachando hasta un 40% menos que en 2013".
Frente a este panorama que conjuga costos en alza y ca铆da de ventas, el directivo alert贸 que "si en los tres pr贸ximos meses no se le autoriza al sector una suba adicional, entonces tendremos compa帽铆as que van a ir a p茅rdida cada d铆a que produzcan".
En la industria textil tambi茅n hay preocupaci贸n, al tratarse de un sector con bajo nivel de exportaciones.
"Luego de haber cerrado el 2013 con una moderada contracci贸n de la actividad industrial y del empleo, este arranque sorprende al rubro textil con un deterioro de las condiciones", advirti贸 el analista Horacio Lazarte.
"La brusca devaluaci贸n de finales del mes de enero impact贸 fuerte en el nivel general de precios. Por eso, los productos textiles ahora deber谩n competir con art铆culos de primera necesidad en un presupuesto familiar m谩s acotado", recalc贸 el analista, quien prev茅 que este a帽o "la actividad sufrir谩 una ca铆da superior a la del a帽o pasado, dado que hay menor margen para ajustar importaciones como ocurri贸 en la 煤ltima crisis de 2009".
Otro rubro que est谩 en el ojo de la tormenta, tras la devaluaci贸n, es la industria electr贸nica: el aumento del 7,5% autorizado por Kicillof a los ensambladores de celulares, LCD, notebooks y tablets no alcanza para compensar un alza del d贸lar que peg贸 de manera directa en los costos, dado que m谩s del 90% de los insumos tienen precios sujetos a la divisa estadounidense y que no pueden ser congelados por el Gobierno.
Como sucede en el caso de l铆nea blanca, para esta industria la devaluaci贸n es pura p茅rdida, dado que los alt铆simos costos locales desde hace a帽os impiden cualquier negocio de exportaci贸n de envergadura.
El peligroso c贸ctel para el sector de la electr贸nica incluye adem谩s el acortamiento de los planes de cuotas en comercios -un gran motorizador de ventas- y la obligaci贸n de achicar las importaciones de insumos en un 20% hasta marzo.
Todos estos factores combinados -sumado a que algunas empresas no quieren desprenderse del stock teniendo valores en g贸ndola "freezados"- est谩n llevando a que los niveles de producci贸n, para algunas f谩bricas, se hayan desplomado frente a los de 2013.
Esto llev贸 a que, durante los primeros d铆as de febrero, el polo tecnol贸gico fueguino haya destruido 3.000 puestos de trabajo, lo que desat贸 una fuerte pelea gremial.
Pero sin dudas, lo que m谩s preocupa al Gobierno es el destino de la industria automotriz, el gran "caballito de batalla" del "Made in Argentina".
Supuestamente, una mejora de la ecuaci贸n cambiaria deber铆a devolverle a esta actividad algo de la competitividad perdida, lo que deber铆a traducirse en m谩s exportaciones. No es un dato menor considerando que la mitad de lo producido va al exterior, b谩sicamente a Brasil.
Sin embargo, el economista Gonzalo Dalmaso advirti贸 que el principal socio comercial est谩 atravesando un dif铆cil 2014. De modo que la locomotora brasile帽a no s贸lo no le pedir谩 m谩s 0Km a la Argentina respecto al a帽o previo sino que incluso achicar铆a sus compras en un 3%.
En el plano interno, la ecuaci贸n es m谩s preocupante. Seg煤n el experto, la p茅rdida del poder adquisitivo por parte de los argentinos tanto frente a veh铆culos importados como nacionales -los cuales van a experimentar subas de entre el 30% y el 40% debido al contenido de piezas de afuera-, "provocar谩 un derrumbe de la demanda del orden del 20%".
Al no poder compensar la ca铆da en el mercado interno con mayores ventas al exterior, el escenario base estipula una contracci贸n de la producci贸n del 20% frente a 2013. Esto implica que de las terminales locales saldr铆an 190.000 autos menos que el a帽o pasado.
El experto alert贸 sobre el riesgo que esto tendr谩 sobre el empleo, dado que esta rama de actividad da trabajo a unas 150.000 personas (incluyendo autopartistas y concesionarios).
As铆 las cosas, consider贸 que "en la industria seguramente se ver谩n suspensiones y recortes de horas", en tanto que en lo que respecta a las agencias, debido al baj贸n de ventas y al impuestazo, "directamente se destruir谩n puestos laborales".
Frente a este panorama, Lamothe consider贸 que "aquellos sectores dedicados a la exportaci贸n tendr谩n un beneficio en primera instancia. Pero a la larga se ver谩n afectados por la suba de costos internos".
Frente a esto, hay consultoras que, aun tras la fuerte devaluaci贸n, plantean una ca铆da de las ventas al exterior de m谩s del 5%, como es el caso de Econom茅trica.
"La din谩mica positiva de las firmas exportadoras no alcanzar谩 para impulsar a toda la econom铆a", concluy贸 Lamothe, dejando en claro el mal negocio que resulta la devaluaci贸n para gran parte del "Made in Argentina".

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