Caído el capítulo impositivo de la ley ómnibus y suspendida al menos por ahora la intención del gobierno nacional para aplicar retenciones a las economías regionales, las provincias comenzaron a recalcular daños y a encender los motores de estímulo a las exportaciones consolidadas por cada gobernador para sostener el nivel de actividad.

A pesar de la incertidumbre que genera el nuevo contexto de delegación de facultades del Congreso al Poder Ejecutivo, en el interior buscan los caminos para estimular la economía. Es el caso de La Pampa, la provincia que experimentó un asombroso crecimiento del 124,7% en las exportaciones durante el período 2019-2022 y que cerró el tercer trimestre de 2023 con un crecimiento del volumen exportado de un 25% interanual gracias a una agenda planificada de estímulo y promoción de las exportaciones.

"Estamos ante un desafío arduo, y trabajamos cotidianamente para continuar estimulando el desarrollo de la actividad económica provincial. Por ello, redoblamos nuestros esfuerzos para estimular el comercio exterior y las soluciones competitivas para seguir llevando la producción pampeana al mundo y brindando soluciones a todos aquellos que inviertan en la provincia", dijo Sebastián Lastiri, titular de la agencia I-COMEX de inversiones y comercio exterior de la provincia.

Ante el actual escenario económico, la provincia redobló sus programas para facilitar el desarrollo de inversiones en el territorio pampeano y estimular la salida al mundo de sus producciones. La provincia diseñó e instrumenta un andamiaje legal, impositivo, laboral y financiero cuyo eje es la sinergia público privada para transformar la matriz productiva y energética, dinamizar la economía y aprovechar los recursos naturales y humanos calificados con los que cuenta.

La fórmula de beneficios para la inversión se apoya en las herramientas del Banco de La Pampa, que financia proyectos clave; del Fogapam, que ofrece las garantías para el acceso al crédito y del Ministerio de La Producción, que aporta su visión estratégica y subsidia la tasa de interés en sus diversas líneas crediticias. A estos incentivos se suman el programa de fortalecimiento del trabajo con subsidios para la contratación de personal por un monto equivalente a los aportes patronales de un sueldo promedio, un paquete de incentivos fiscales que incluyen créditos fiscales que compensan las cargas del impuesto sobre los Ingresos Brutos y de los restantes impuestos provinciales.

El entramado productivo pampeano tiene fortalezas y oportunidades. La Pampa es la quinta provincia nacional con mayor producción de carne bovina, y con unas 3.532.845 cabezas, es la sexta provincia ganadera. La agricultura es un sector por demás consolidado, y se prepara la campaña 2024 con grandes expectativas. Las producciones bajo riego, la producción de energía solar fotovoltaica y la agroindustria aparecen como nuevas oportunidades y en todos los casos cuentan con beneficios para el desarrollo de inversiones.

El orden fiscal es política de estado. En materia de endeudamiento, es una provincia ejemplar: es la segunda en el ránking nacional con menor stock nominal de deuda pública detrás de San Luis, y es la tercera provincia con menor stock de deuda pública per cápita, detrás de San Luis y Santiago del Estero.

La Agencia ICOMEX alertó en las últimas semanas sobre los efectos económicos que podría producir el incremento en los derechos de exportación incluidos en la ley ómnibus (o su implementación por las facultades extraordinarias delegadas), que elevaba más del 66% las retenciones para casi todas las exportaciones pampeanas, llevándolas, en promedio del 8 o 9% actual al 15%.
De acuerdo con el análisis, de aprobarse la ley ómnibus con esas iniciativas incluidas, La Pampa podría perder 13.089.581 de dólares más por año sólo en concepto de derechos de exportación, considerando sólo el impacto directo sobre las empresas que exportan desde esta provincia. Pero si a este valor se le agregara el impacto sobre los menores precios percibidos por los productores de cereales y oleaginosas (trigo, maíz, soja y girasol entre otros), se añadían otros U$ 15 millones de forma indirecta que totalizaban más de U$ 28 millones.

El reporte elaborado por la entidad observa que por ejemplo la carne vacuna, que paga actualmente un 9%, o el aceite de girasol, que tiene una alícuota de 4,5%, pasaba a pagar un 15% de derechos de exportación.

Del análisis surgió además que de los primeros 20 productos que lideran el ránking de exportaciones pampeanas, 18 de ellos iban a sufrir incrementos de estas alícuotas.

Considerando los primeros 20 productos exportados, el valor promedio de incremento en los derechos de exportación hubiera sido de 8 puntos. No obstante, en algunos casos como lo es el aceite de girasol, el incremento era aún más significativo ya que pasaría de pagar en aduana de un 4,5 a un 15%. El mismo incremento sustancial se hubiera reproducido con la sal y el yeso.

El principal producto exportado por empresas pampeanas, la carne vacuna en sus distintas modalidades de exportación (refrigeradas, frescas y/o congeladas) habría pasado a tener una presión fiscal de un 66% más.

En la provincia hay cautela ante el retroceso del gobierno nacional, pero las alertas siguen encendidas, pues entienden que así como lo ha manifestado públicamente la Cámara de Exportadores de la República Argentina y la Unión industrial Argentina en la Cámara de Diputados, la propuesta de aumento generalizado en los derechos de exportación impactaría fuertemente en el empleo, las inversiones y la competitividad general de Argentina.