Bodegas de Argentina, la entidad que agrupa a los productores de vino de todo el país, manifestó su profunda preocupación ante la crítica situación que atraviesa la industria vitivinícola debido a la caída en las exportaciones.

En un comunicado emitido recientemente, la organización destacó la falta de competitividad generada por el tipo de cambio como uno de los principales factores que han impactado negativamente en el sector.

Las empresas vitivinícolas solicitaron una reducción de las retenciones (actualmente en un 4,5%) y un tipo de cambio especial que beneficie a las economías regionales.

Desde el sector vitivinícola manifestaron su preocupación por las escasas exportaciones.

Además, han advertido que los retrasos en los pagos al exterior están afectando las ventas y la relación con los clientes extranjeros, generando un efecto negativo en toda la cadena de valor de la industria del vino.

Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), durante el primer semestre de 2023 se registró una disminución del 26,8% en las exportaciones de vino fraccionado y del 44,5% en las de vino a granel.

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Desde Bodegas de Argentina señalaron que esta disminución en el volumen y la facturación se debe principalmente a la falta de competitividad generada por el tipo de cambio, que no ha podido compensar los incrementos en los costos de los insumos utilizados en la producción del vino.

Además de los obstáculos macroeconómicos, la industria vitivinícola también se enfrenta a la realidad de una cosecha baja en volumen, lo que ha generado un aumento significativo en los precios de las uvas, llegando a valores que superan en un 200% y 300% a los de la cosecha del año anterior.

Desde el sector también señalan las diferentes problemáticas que llevaron a un aumento de la uva.

Los productos más afectados por esta situación son aquellos con menor rentabilidad, es decir, aquellos de menor precio y mayor volumen.

Bodegas de Argentina ha destacado que el Programa de Incentivo a las Exportaciones, que contempla un tipo de cambio de $300, no ha sido de fácil acceso para las bodegas, ya que las condiciones de ingreso no han incentivado la exportación en condiciones más favorables en términos de tipo de cambio.

Ante este panorama, la organización ha solicitado una revisión y actualización del denominado "dólar agro" y la eliminación de la obligación de participar en el programa Precios Justos. Además, han propuesto que el tipo de cambio especial se fije por encima de los $300 y se ajuste de acuerdo al tipo de cambio oficial, incluyendo todas las cobranzas pendientes y liquidaciones.

Otro punto de preocupación para el sector vitivinícola es el tiempo necesario para llevar a cabo las operaciones comerciales ya que las dificultades para acceder al prefinanciamiento en moneda extranjera han afectado a más de 400 exportadores de vino en el país.