El transporte marítimo de cargas que tiene en el puerto de Mar del Plata un potencial enorme afronta una etapa de caída pronunciada en los movimientos de ingreso y egreso de mercaderías que solo en estos primeros meses del año representa un 62% menos del movimiento que se había logrado en misma época de 2022.

Las dificultades aparecen en principio vinculadas también a una merma en el volumen de descargas de materia prima pesquera en estos muelles, situación que es conocida por dificultades con el recurso, en particular el calamar. Pero también porque las empresas exportadoras mantienen la alternativa de traslado terrestre y salida al exterior por otras terminales, en particular la de Capital Federal.

Emilio Bustamante, uno de los responsables de TC2, empresa que concentra la actividad de comercio exterior en el puerto marplatense, dijo a Ahora Mar del Plata que en los primeros meses se había advertido una curva en descenso en el volumen operatorio que se agravó hacia el cierre del semestre. “Estamos un 62% abajo”, reconoció.

El último repunte se había dado durante 2022 con respecto a 2021, cuando se movieron 29.051 toneladas contra 28,555 toneladas del año anterior.

Relacionó estos resultados con la citada caída de desembarques en el puerto de Mar del Plata. “Nosotros no tenemos techo”, dijo sobre las posibilidades que en esta terminal se tienen para crecer en operatoria de importaciones y exportaciones.

Insistió que todavía hay mucha carga que sale por otras terminales centrales, como Buenos Aires, lo que siempre sorprende ya que en muchos casos se trata de materia prima o manufacturas de empresas con sede en Mar del Plata y tienen al buque portacontenedores a minutos de su planta elaboradora o frigorífica.

“Quizás este mes comience una levantada y se achique la brecha”, arriesgó frente a la falta de calamar, campaña que se demoró por una pausa para evitar impacto sobre colonias juveniles que abundaban en la zona de pesca durante los últimos meses.

“Est´muy complicado el comercio exterior con el dólar, la economía y lo difícil que es contratar un flete marítimo, como el caso de algunas navieras que se pagan en Buenos Aires”, explico sobre la modalidad en práctica y el impacto sobre estos sectores de servicios.