Logo

06/05/16 | Noticias

Automotrices importaron más unidades de Brasil y violaron el tope del acuerdo vigente

Image Francisco Martirena Auber

fmartirena@diariobae.com

A poco menos de dos meses para que los gobiernos de la Argentina y Brasil firmen un nuevo acuerdo automotor, el sector autopartista denunció a las terminales por importar una mayor cantidad de vehículos respecto de lo que exige el Pacto Automotor Común (PAC).

Además del proceso de deslocalización de piezas, anticipado por este diario, “las terminales excedieron el flex de u$s1,5 que establece la política automotriz con Brasilâ€, explicaron desde algunas empresas nucleadas en la cámara AFAC.

En tanto, BAE Negocios se comunicó ayer con dos de las terminales pero no obtuvo respuestas ante las consultas. El ingreso desmesurado de vehículos desde Brasil superó, en dólares, el límite fijado por el PAC. El mismo limita a las terminales a importar autos y piezas por u$s1,5 millones por cada millón de dólares exportado al mayor socio comercial, en plena crisis y con un excedente enorme de unidades ante la caída de los mercados externos y la demanda interna.

El accionar de las automotrices que aprovecharon el proceso devaluatorio para importar autos desde Brasil no debería ser “gratuitoâ€. Las terminales deberían pagar una multa por el excedente del flex, que está fijada en 70% del arancel externo común de 35 por ciento.

“Lo alarmante, además del daño a la producción argentina y el golpe a los autopartistas, es que nos deja muy mal parados frente a la negociación con Brasil, ya que es un doble mensaje para achicar el desequilibrioâ€, dijeron las fuentes. “Las terminales trajeron una barbaridad de autos de Brasilâ€, sentenciaron.

El Gobierno no quedó exento de los fuertes cuestionamientos, ya que “hizo poco para que se reduzcan las importaciones de autosâ€. Este año, la producción nacional cerraría en torno de los 480.000 vehículos y el mercado interno demandaría 600.000 unidades.

Cuando venza el actual PAC el próximo 30 de junio, deberá estar vigente un nuevo convenio bilateral, que será por un año, y en el que la Argentina tendría que negociar una reducción en el déficit de la balanza comercial. Por el momento, hubo aproximaciones entre ambos gobiernos sin ninguna definición, aunque es altamente probable que no se modifique la letra actual.

De todos modos, para los autopartistas “de poco sirve firmar un flex que siga en u$s1,5 cuando las terminales lo terminan incumpliendoâ€. Y como dato agravante, Brasil ya descartó que desgrave a las partes argentinas del impuesto IPI, que cobra a toda manufactura que ingrese en su territorio, sea del Mercosur o extrazona, cuando fue un compromiso sellado el año pasado.

Por si no faltaran más conflictos en la cadena automotriz, el Gobierno aún no resolvió ninguna medida respecto del comportamiento de cuatro terminales, que definieron la compra de partes fuera del país (cuando se producen a nivel nacional). La maniobra afectó al menos a seis empresas autopartistas, cuatro de ellas que sufren la importación de Brasil y las otros dos desde Europa del Este.

Tal vez el único dato positivo, aunque limitado, es que con el objetivo de proteger a los autopartistas que trabajan para el mercado de reposición, el Gobierno avanzará en una limitación de las importaciones de piezas desde Brasil o extrazona, que precisamente pretendan ingresar en carácter de repuestos. La medida oficial, no escrita, fue la respuesta a un sonoro reclamo empresario para cuidar la producción local de partes.

Parate en petroquímica

Como consecuencia de la liberación de las importaciones, la Petroquímica Río Tercero, cuyo propietario es el Grupo Piero (dueño de marcas de colchones), paralizará su producción principal por dos meses, a partir del 1 de junio.

Fuentes sectoriales señalaron ayer a BAE Negocios que la medida implicará la suspensión de 80 de los 341 empleados de planta y de 25 empleados de firmas contratistas. Por ahora, no se habla de cierre, añadieron las fuentes.

“Como el Gobierno nacional autorizó la importación de insumos industriales primarios que se fabrican en el país, baja la producción del TDI, una materia prima para hacer la goma espumaâ€, detallaron. Esta decisión no sólo afecta a esta fábrica muy poderosa en Córdoba, sino también a la empresa estatal Fabricaciones Militares, que le vende ácido nítrico, componente básico para la producción de TDI, informaron en el sector. Desde hace años, esa venta es la principal fuente de ingresos del complejo industrial estatal.

La crisis está relacionada a las importaciones de unas 3.000 toneladas de TDI de países asiáticos como India, China y Corea, que significan para la planta local (única en el país) una producción de tres meses. La competencia de esos destinos ya le había quitado a la firma mercados del exterior, como Brasil.

Image Image Image Image